jueves, 13 de diciembre de 2012

LOS ORÍGENES DEL ÁRBOL DE NAVIDAD

Cuenta la historia, o más bien la leyenda, que cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa (a tierras vikingas) descubrieron que en fechas muy cercanas al nacimiento de Jesús ellos celebraban el nacimiento de Frey, que es el Dios del Sol y de la fertilidad. Adornaban un árbol de hoja perenne que significaba el universo; en la copa estaba la morada de los dioses (Asgard) y el palacio de Odín (Valhalla) y en las raíces estaba el reino de los muertos (Helheim).

Más tarde, cuando esos pueblos se evangelizaron, los que se habían cristianizado siguieron usando el árbol adaptándolo al nacimiento de Cristo.

Se dice que el evangelizador de la actual Alemania, Bonifacio, taló el árbol que usaban los vikingos para homenajear a Frey y plantó un pino al cual dio el significado del amor de Dios por ser perenne y lo adornó con manzanas y velas. Las manzanas simbolizan el pecado original y las tentaciones a las que está sometido el ser humano y las velas representan la luz de Jesucristo como luz del mundo.

Actualmente las manzanas son de plástico u otros materiales y además han evolucionado a diferentes adornos y las velas se han convertido en luces eléctricas.

Tiempo después se empezaron a poner a los pies del árbol los regalos de los Reyes Magos, Olentzero, Papá Noël, Santa Claus... traen para los niños.