El Feng Shui es un arte de "decoración" milenario en oriente. Países como Japón y China lo usan, como digo, hace milenios para colocar sus objetos e incluso diseñar sus casas.
Se trata de crear corrientes de energía positiva a partir de la disposición, forma y color de los objetos.
En occidente, sobre todo en Estados Unidos, cada vez se usa más esta técnica. Fundamentalmente la usan las instituciones públicas para sus edificios pero ya se está popularizando y comienza a aplicarse a vivienda particular.
Hay varios consejos muy simples que todos podemos aplicar fácilmente a nuestro día a día; aquí os dejo algunos, los que yo como diseñadora de interiores creo que son "los errores más comunes". Si de todos modos os interesa el tema, podemos ampliar, sólo tenéis que pedir.
- Nunca alinear los espejos con puertas y ventanas, excepto si tienes delante un paisaje bonito que puedan capturar. Sobre todo hay que evitarlos en la puerta principal y en los dormitorios. Si los tienes que poner necesariamente intenta que no reflejen la cama y que no sean muy grandes, y si es posible hay que taparlos durante la noche.
- Si tu casa tiene escaleras dentro no coloques jamás, debajo de ella, un escritorio, un acuario, ni nada que exprese movimiento. Instala más bien elementos relacionados con la familia como fotografías.
- Las placas de cocina siempre han de estar limpias porque representan la prosperidad. Nunca deben estar junto al fregadero y si ya lo tenemos así podemos arreglarlo colocando un objeto de madera entre ambos (por ejemplo una cuchara de madera colgada de la pared puede valer)
Estos son sólo 3 consejos, si queréis más, como os digo, es un tema largo y apasionante
